
El implante coclear es un dispositivo electrónico que sustituye las funciones del oído interno dañado, transformando las señales acústicas que recibe, en señales eléctricas que estimulan el nervio auditivo, y restablece un flujo de información auditiva que llega al cerebro y requiere rehabilitación.
Estas señales eléctricas son procesadas por los diferentes componentes de los que consta el implante coclear:
Los componentes internos se implantan quirúrgicamente y son los siguientes; una placa receptora-estimuladora y unos electrodos que se introducen en la cóclea (oído interno). Los componentes externos son el micrófono, el transmisor y el procesador.
¿Cómo funciona un implante coclear?
El micrófono capta el sonido y lo envía a través del cable al procesador. Éste selecciona y codifica los sonidos útiles trasladando la información al transmisor que envía al receptor (parte interna) y estimula los electrodos que se encuentran dentro de la cóclea que, a su vez, estimularán las fibras nerviosas que llevan la información a la corteza cerebral.
Programación
Posterior a la cirugía y cuando la cicatrización es completa, aproximadamente a las cuatro semanas, se realiza la adaptación de los componentes externos. El procesador de sonido necesita una adaptación para cada individuo. A este proceso se le llama programación o mapa de sonidos, en el cual y por medio de un programa informático se van analizando los umbrales mínimos de estimulación y máximos de tolerancia en cada una de las frecuencias fijándolas a continuación dentro de esos límites. El mapa que se realiza no es definitivo, puede cambiar y mejorar con el uso del implante por lo que son necesarias revisiones posteriores para ajustar y obtener el mejor rendimiento auditivo.
Rehabilitación del implante coclear
Los resultados que se van a alcanzar dependerán de cada persona en particular, pero es muy importante la colaboración del paciente, la familia, el centro escolar (si está en edad escolar) y personas de su entorno…
Se trabajará la atención auditiva y dentro de este apartado las cinco fases siguientes:
- Detección. Emitir una respuesta ante un estímulo.
- Discriminación. Presentar dos sonidos, al principio muy contrastados, y se debe responder si son iguales o diferentes. Poco a poco se van disminuyendo as diferencias entre estímulos. Se realizarán ejercicios donde se trabajen las cualidades del sonido (duración, intensidad…)
- Identificación. Acertar cuál es el sonido que se presenta entre varios de una lista cerrada. Comenzamos con dos sonidos trabajados anteriormente e iremos ampliando esa lita.
- Reconocimiento. Repetir una palabra o frase en una lista abierta de estímulos. Las palaras o frases presentadas serán trabajadas anteriormente.
- Comprensión. Entender una conversación, obteniendo respuestas interactivas. Se prepararán diálogos sobre temas de interés.
Orientaciones a las familias
La familia juega un papel muy importante en la rehabilitación del implante coclear, ya que a través de ella se irán generalizando los aprendizajes que nosotros, como profesionales, iniciemos, con acciones tales como:
- Reforzar los intentos espontáneos de comunicación.
- Cantarle con frecuencia. La repetición de canciones con un ritmo repetitivo ayudan a establecer las bases del ritmo en el lenguaje.
- Durante la sesión de trabajo que realizamos con el niño, la mayor parte de los sonidos que utilizamos provienen de casetes, de cd-rom,.. y por tanto no son muy naturales. En casa se deben enseñar los distintos sonidos: aprovechar los electrodomésticos comunes (la lavadora, batidora,.), el timbre de la puerta, el teléfono, la televisión, .. También al salir de paseo o cuando desde casa se escuche algún sonido externo, se le debe indicar diciéndole siempre de donde procede y de esta forma se irá creando una memoria auditiva y les motivaremos a estar atentos y a que ellos mismos sean capaces de detectar e identificar cualquier sonido.
- El nivel de ruido de fondo es importante, sobre todo en los primeros momentos. Debemos tener este aspecto en cuenta y buscar momentos en los que podamos dialogar con el niño sin que nos molesten otros ruidos o sonidos: controlar la televisión, los sonidos de la calle,…
- Aunque insistimos en que los primeros años de vida son los mejores de cara a los aprendizajes y que tenemos que aprovechar al máximo, hemos de entender que los niños con implante coclear, son niños y que necesitan jugar, divertirse y relacionarse como los demás y no obsesionarnos con el tiempo queriendo ofrecer siempre actividades “educativas”.